Trabajadores de la Autoridad Marítima Nacional, empresas navieras y personas que a diario transitan por los alrededores del puerto de Cristóbal, se han quejado de la proliferación de mosquitos que hay en el sector, principalmente en el edificio que albergaba en su planta baja las antiguas oficinas del correo.
La estructura, que al igual que otras es parte de los bienes de la empresa portuaria, es utilizada por algunas organizaciones y registra una fuga de agua que corre por el pasillo, lo que pudiera ser la causa de la cantidad de mosquitos que abundan en el lugar.
Nieves Díaz, empleado ambulante de refrescos, explicó que en horas de la tarde la picazón es tanta que prefiere irse lo más pronto y que algunos empleados de la Autoridad Marítima que cuidan la entrada principal, deben utilizar repelente contra mosquitos o mechitas para ahuyentar a los insectos.
Las oficinas del correo dejaron de funcionar hace dos años y el lugar se mantiene cerrado con hojas de zinc y se han colocado rejas de hierro a lo largo del enorme edificio que era refugio de orates y piedreros.
El agua sale por lo que era la puerta principal de la dependencia y de allí se va hacia el pasillo y las escalinatas de acceso a las oficinas de la AMP y demás organizaciones que están en el lugar.
Otras estructuras en el sector que se encuentran abandonadas son el hogar de los indigentes. Hasta las tapas del sistema de alcantarillas se han llevado.
Por su parte, funcionarios de la División de Control de Vectores del Ministerio de Salud realizarán en los próximos días una inspección en el lugar para fumigar el interior y evitar la proliferación de mosquitos ante la amenaza de ser el área el lugar para el nacimiento y criadero del Aedes Aegypti transmisor del dengue, enfermedad que hace una semana cobró la vida de una mujer de 44 años en el sector de Escobal, región del Lago Gatún.
De acuerdo a las autoridades de epidemiología del MINSA en lo que va del año se han registrado seis casos de dengue clásico y uno de dengue hemorrágico que dejó una muerte.