Desde los tres años, Kevin Gantes se inició en las técnicas del karate y a su corta edad, ocho años, ya ha obtenido seis cinturones en el arte marcial y espera que antes de sus doce años pueda alcanzar el cinturón negro.
Es un deporte que lo practica porque le gusta y cada día aprende nuevas cosas, pues entrena dos veces a la semana para mantenerse en condiciones y avanzar en las nuevas técnicas que impone cada cinturón o categoría.
Ha participado en unos 40 torneos, en Bocas del Toro, Veraguas, Herrera, Colón, Panamá y en la hermana República de Costa Rica, al igual que en diferentes distritos de Chiriquí.
Se convirtió en Campeón Nacional de Karate Infantil, tras derrotar a sus más fuertes contendores y a juicio de Kevin, que cursa el tercer grado en educación primaria lo más difícil del combate es cuando lo derriban. "Cuando sea grande me gustaría estudiar para ser un abogado, porque el deporte le enseña a uno disciplina y lo seguiré practicando hasta que sea viejito", comentó.
En estos momentos tiene el rango de cinturón chocolate con tres rayas y su anhelo es obtener el cinturón negro. Cada seis meses se asciende de categoría y en diciembre llegará a chocolate con dos rayas después de seis meses más tendrá una raya y posteriormente en el 2005 alcanzará el negro.
Kevin es uno de muchos niños en la provincia que sus padres se han interesado porque se inicien en este arte marcial, más que un deporte se ha convertido en un estilo de vida donde la disciplina y la cortesía son la principal norma.
Asegura que nunca le ha dado miedo, a pesar que en su carrera como atleta ha tenido que enfrentarse a otros niños de mayor tamaño y muchas veces les ha ganado, aunque considera que ningún combate es fácil.
Para Ezequiel Leones, director de la Confederación Tradicional de Karate Internacional (TKIC), en Chiriquí y Bocas del Toro, explicó que ha sido una experiencia maravillosa poder enseñar a niños, jóvenes y adultos, la disciplina del karate, ya que desde 1988 se desempeña en su enseñanza.
Considera que lo más importante para él es que los menores que enseña llevan excelentes notas en la escuela y son niños muy disciplinados, pero con el apoyo de sus padres han logrado excelentes resultados.
El karate, lejos de ser un estilo de vida educacional lleva consigo exámenes que deben aplicarse a los estudiantes cada dos meses. Cada uno de los que aspiran aprender tienen que iniciar en el cinturón blanco, después amarillo, naranja, verde, azul, chocolate y finalmente negro. En el cinturón negro, es cuando verdaderamente considera Leones que inicia el arte del karate tradicional y los niños que antes de su mayoría de edad alcanzan el cinturón negro, tienen que esperar hasta los 18 años para aspirar a otro rango.