Miguel Alfredo y Alfredo Miguel ya no son los mismos desde el trágico viernes 9 de julio cuando perdió la vida su hermanita de 10 años María Eugenia Carrasco Carrasco en un confuso incidente en El Hatillo de Ocú.
Estos mellizos de 16 meses de edad extrañan tanto a su hermana, que no dejan de llorar. Su llanto desgarra el alma; porque según sus padres, Miguel y Guillermina, no lloran porque les duela algo, o por hambre( aún toman leche del pecho de su madre) si no porque María Eugenia les hace falta. bbbEstán inconsolable.
Esta demostración de los mellizos Carrasco es muy típica acá en el interior, el hecho de cómo los hermanitos menores se aferran a los hermanos mayores, al punto que al no estar, se convierte en una difícil situación para el resto de la familia.
Les cuento que al principio los mellizos estaban tranquilos; pero cuando inicié las averiguaciones acerca del lamentable hecho de cómo perdió la vida su hermana, desde entonces se pusieron intranquilos y a llorar inconsolablemente.
Guillermina trató de calmarlos brindándoles su pecho, pero ellos lo rechazaban. Sólo lloraban.
Miguel, su padre, dijo_ que desde que murió María Eugenia, no han dejado de llorar.