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La Guarachera de Cuba  |
Quizás debamos una explicación a nuestros amables lectores de este suplemento, cuya naturaleza y principal objetivo es difundir y dar a conocer sobre el folclore y cultura panameña.Pero, como país de tránsito y por los lazos que nos unen a otros países y otras culturas no podemos soslayar o dejar pasar por alto hacer mención sobre la recién desaparecida "Reina de la Salsa", fallecida recientemente.
Es indiscutible la influencia que tuvo en vida con su rica y larga trayectoria musical en la cultura de los pueblos latinoamericanos, especialmente, y más allá de otros paralelos.
El ameno, potente y emblemático grito de: !Azúcar¡, llenó de dulces resonancias todos los confines y tuvo un amplio significado para los demás géneros musicales, incluido el de la música típica panameña.
Es justo hacer honor a esta noble dama de origen cubano que con su "tumbao" puso a bailar al universo entero.
Tal aseveración tiene mayor relevancia si tomamos en cuenta que ella fue una distinguida huésped de nuestro país en más de una ocasión.
Nadie que lo haya escuchado, puede olvidar ese tema con sabor a tamborera netamente panameña interpretado por la "Guarachera de Cuba": Zambúllete y ven pa'ca.
En el mismo la ilustre cantante tropical homenajea a ésta que fue también una de las tantas patrias adoptivas que tuvo en su peregrinar de uno a otro confín llevando la alegría de su cantar.
Dicha interpretación tiene insertados los estribillos inmortales de varios tamboritos muy panameños y muy nuestros, que ella hizo suyos y los divulgó por todo el mundo.
En la letra, la gran Celia Cruz glosea: "Panameño, panameño, yo quiero que tu me lleves al tambor de la alegría...". Y en el discurrir de la canción invita a los que la escuchan a hacer un recorrido por las diversa provincias que forman el istmo de Panamá.
No se puede pasar por alto la poderosa influencia que tuvo esta fenomenal artista en las diferentes culturas y países del mundo. Fue una auténtica pionera y embajadora de la música tropical en diferentes naciones.
Le abrió las puertas a los artistas latinos para que presentaran con orgullo los destellos de la rica, variada, alegre y exuberante cultura latina. Mucho de ello le debemos en Panamá y sobretodo los de la música típica.
Muchos músicos típicos panameños cuentan con grandes méritos y ello le ha valido presentarse en los escenarios internacionales. Sin embargo, la trocha ya estaba abierta por otros músicos de géneros tropicales, incluidos esta gran maestra que se nos fue físicamente.
Con satisfacción esta senda la han seguido talentos panameños como: Silvia De Grace, Leonidas Cajar, Avelino Muñoz, Lucho Azcárraga, el "Escorpión de Paritilla" Osvaldo Ayala, Nina Campines, Dorindo Cárdenas y los hermanos Sandra y Samy Sandoval, que en días pasados están dejaron sentir las notas de nuestra panameñidad, nada menos que en el Principado de Mónaco.
Es innegable la influencia de la "salsa" en la música típica panameña. Instrumentos como las congas (tumbas o tumbadoras) y los timbales, entre otros son instrumentos adoptados por el típico panameño de la salsa.
Más de un tema de salsa y su "primohermano" el merengue ha sido arreglado y ejecuto por nuestro acordeonistas y sus conjuntos. Ni que decir del pregón de Alfredo en las sabrosas rumbas de sus cumbias cuando dice: ¡Salsa montañera".
Y viceversa, muchos temas panameños han sido tomados por los cantantes e intérpretes de salsa.
Celia Cruz nos llenó la vida con su alegre canto. Ella dejó todo un legado que no podemos pasar por alto y que siempre debemos tener presente como el símbolo de una identidad común de la cultura latina.
Su mejor herencia es ese: ¡Azúcar!, que por siempre endulzará con sabor nuestra tierra. |