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Los acusadores de tres militares y un sacerdote, encontrados culpables del asesinato del obispo Juan Gerardi, denunciaron ayer jueves a haber recibido amenazas de muerte por la vía telefónica y relacionadas al caso. El fiscal Leopoldo Zeissig, que en junio logró la condena de los acusados, denunció que en los últimos días se han intensificado las amenazas de muerte en su contra.
"Existe una estrategia de psicosis para mantener en zozobra al equipo de la fiscalía y a algunos testigos que permanecen bajo protección policial", dijo Zeissing.
El 8 de junio el coronel Disrael Lima Estrada, su hijo el capitán Byron Lima y el sargento Obdulio Villanueva fueron condenados a 30 años de prisión por la muerte del obispo en abril de 1998. El sacerdote Mario Orantes fue condenado a 20 años de prisión. Los convictos apelaron la sentencia y en agosto se espera que una sala de apelaciones revise el caso.
Las amenazas, también fueron reportadas por varios empleados de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, cuyo equipo legal actuó como acusador en el caso, junto a la fiscalía, dijo a periodistas el codirector de la Oficina, Nery Rodenas. "(Las amenazas) son mecanismos que utilizan los procesados para que abandonemos la persecución penal", dijo Rodenas. |
