La mañana amaneció caliente y no por el ardiente sol, sino por las llamas y el humo que salían de la vivienda y el carro de Arsenio Panezo, el asesino confeso de Eric Rolando Segura.
Presuntamente, amigos y conocidos de Segura, decidieron no esperar a que las autoridades determinen el castigo que recaerá sobre Panezo y se tomaron la justicia en sus manos, procediendo a prenderle fuego a sus pertenencias.
Segura, de 30 años, fue acribillado el domingo de 16 disparos, en Nueva Libia, cuando regresaba de un partido de fútbol, en el sector de La Providencia, de Alcaldedíaz.
Arsenio alegó que Eric lo había amenazado y que el domingo se paró de "mal humor" y decidió matarlo antes que lo mataran a él.
A la hora de su detención en las cercanías de la piquera de buses de Torrijos-Carter, se encontró en su poder un revólver calibre 38 con 4 municiones detonadas. Un menor de edad, hermano de Arsenio, también permanece detenido.
Informes oficiales de la Policía Técnica Judicial (PTJ), indican que a través de las primeras investigaciones se ha podido determinar que en este hecho de sangre se encuentra involucrada una tercera persona que aún se mantiene prófuga, por lo cual se están realizando las investigaciones para dar con su ubicación y aprehensión.
De manera extraoficial se conoció que los problemas entre Segura y Panezo posiblemente se agravaron la noche anterior, luego de un allanamiento en la casa del homicida.