Al menos 95 personas murieron y otras 221 resultaron heridas en un doble atentado en la ciudad de Kirkuk, donde conviven en permanente tensión kurdos, suníes y turcomanos.
Las últimas cifras de víctimas facilitadas por el Ministerio de Sanidad iraquí convierten el ataque en uno de los más mortíferos vividos en la ciudad, situada 250 kilómetros al norte de Bagdad, desde la caída del régimen de Saddam Hussein.
Según el general de la policía, Burhan Wasef, la explosión más grave se produjo en el mercado de Hasira, en una zona conocida como Tabaqjali, en el centro de la ciudad, donde estalló un camión cargado de explosivos contra la multitud congregada en el mercado.
Más de 50 vehículos fueron destruidos en el ataque.