Panamá es un país de tránsito al igual que las demás naciones de Centroamérica.
Y es de esta misma manera, que nuestro Istmo es considerado por las organizaciones criminales que controlan los estupefacientes y el lavado de dinero.
Pese a su poca extensión territorial, Panamá por su ubicación y rodeada por dos mares, es tan importante y esencial para los carteles de las drogas que tienden sus tentáculos para llevar a cabo sus actividades ilícitas.
Un informe elaborado por el fiscal de drogas, Patricio Candanedo, revela que regiones apartadas de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas, mantienen áreas que son utilizadas por las organizaciones criminales para introducir los cargamentos de estupefacientes.
Avionetas o helicópteros, son utilizados de día y noche por los grupos organizados para bajar cargamentos de drogas en estas regiones en donde luego son recibidos por miembros de estas mismas organizaciones ubicados en el país.
A través de las rutas marítimas, los narcotraficantes utilizan embarcaciones rápidas para desembarcar los cargamentos de drogas en las costas de Azuero, Coclé y Panamá.
También se da la travesía de embarcaciones de gran calado que no tocan costas panameñas, pero son apoyadas logísticamente por miembros del grupo que parten de las costas en lanchas, para llevar combustible y comida mar adentro.
Con estas mismas lanchas, las agrupaciones criminales reciben parte del cargamento y la desembarcan en las costas para luego almacenarlas en centros de acopios hábilmente ubicados en distintos puntos de la geografía.
En el sector Atlántico existe un corredor logístico muy próximo a la Comarca Kuna Yala y las áreas de la provincia del Darién, en donde se despacha y recibe la droga.
Asimismo existen puntos de entrada de droga a través de los puertos del sector Pacífico y el Atlántico y en contenedores de mercancías y productos que arriban a la Zona Libre de Colón.
Por vía terrestre ingresan camiones articulados, furgones y cisternas desde Centroamérica, con cargamentos de drogas. El aeropuerto de Tocumen, Marcos Gelabert y otros del interior del país, también aparecen como puntos de entrada y salida.
MATERIA PRIMA, PROCESAMIENTO Y TRAFICO
Entre los países que producen la materia prima de la cocaína figuraban Perú, Bolivia y Brasil, pero su elaboración se registra en Colombia.
Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y México, aparecen entre los países de tránsito.
Los destinos de los cargamentos son Estados Unidos, Europa, países de África, Asia y ahora Australia. Los cargamentos por lo general siempre contienen cocaína, heroína, marihuana, hachis y pegón.
LOS MODOS DE TRANSPORTAR LOS CARGAMENTOS
Lo usual para las organizaciones criminales era enviar aviones desde Colombia a Panamá, hoy día los aviones despegan de Estados Unidos y el Caribe hacia Panamá para recoger la droga.
Los camiones o aviones vienen con fachadas diversas y falsas para no llamar la atención de las autoridades antidrogas tales como Ambulancia, Cruz Roja o con matrículas norteamericanas.
Ahora hay camiones que salen de Panamá con matrícula panameña, pero al ingresar a Costa Rica, colocan una nueva matrícula de ese país y así sucesivamente en las demás naciones de Centroamérica.
Las organizaciones criminales construyen hangares o depósitos en diferentes países para almacenar la droga por el tiempo que ellos dispongan para trasladarla de un lugar a otro.
LA PRIMERA ESTRUCTURA DE OPERACIONES DE LOS CARTELES
En la década de los 80, los carteles de la droga o grupos criminales operaban como “pirámides” en donde el capo o jefe superior era el que organizaba, dirigía y supervisaba todas las etapas de la producción, elaboración, distribución, transporte y venta de la misma, así como el acopio del dinero.
De esta manera la actividad representaba enormes riquezas para los capos y jefes de los diferentes carteles. Esta estructura permitía que la orden saliera de la parte superior hacia abajo. El problema de esta estructura consistía en que un cuando un eslabón de la pirámide era detenido, inmediatamente se desmoronaba la misma, ya que se identificaba cómo funcionaba y sus conexiones.
Ante estas inconveniencias, el crimen organizado del narcotráfico recurrió una forma diferente de sistema operativo en donde el jefe se colocaba detrás de la estructura, y lograba encontrar un coordinador quien era el que se encargaba de todas las etapas.
Con el sistema de coordinadores o núcleos, la estructura logró la denominada compartimentación de actividades que consistía en que los grupos dedicados al cultivo no se relacionaban con los de la elaboración y así sucesivamente con los de la seguridad, transporte, distribución y venta.
Durante varios años los carteles trabajaron de esta manera, pero cuando poco a poco se detectaban y arrestaban los coordinadores o tesoreros de las organizaciones, la estructura se acababa junto con cargamentos y dineros. Fue entonces cuando los carteles decidieron buscar una nueva modalidad que superara las anteriores y fuese más operativa.
ACTUAL ESTRUCTURA UTILIZADA POR LOS CARTELES
Después de la década de los 90, nace la estructura de oficinas o células que entre ellas funcionaban de manera individual cada una, pero existían jefes de cada célula que se conectaban entre sí sucesivamente, con la diferencia que los integrantes de la red u organización entre si no se comunicaban, ya que actuaban de manera autónoma en sus actividades.
Con esta estructura el cultivador ya no sólo cultivaba la coca, sino que también la comercializaba a diferentes grupos o personas que la introducían en diferentes mercados.
El procesamiento de la coca podría provenir de cualquier cultivador, lo que globalizaba la actividad.
El sistema permitía que un grupo distribuidor se estableciera en determinado país para dedicarse a la actividad.
Para esto, los grupos incursionaban en oficios específicos y llevaba a cabo su actividad ilícita como dedicarse al transporte vehicular, embarcaciones pesqueras, empresas áreas, hacienda y otros rubros.
Los grupos en esta estructura operaban como células autónomas independientes porque el distribuir la droga no tenía nada que ver con el cultivo, procesamiento, seguridad y transporte. Con esta manera acumulaban riquezas, alta disponibilidades financieras, conexiones locales e internacionales, poder de las armas, control social y capacidad para comprar mejor tecnología.
Algunas organizaciones obtenían suficientes sumas de dinero y lograban establecer en países diferentes actividades que le servían como pantalla, encubrir y poder continuar con sus trabajos criminales.
Tales casos eran las actividades de exportación de mercancías, café, productos granos y frutas no tradicionales que son estimulados por los gobiernos y le servían para trasiego de drogas, armas e ilegales.