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Carlos Alberto Primola  |
¿Cuántas veces te has quejado por los problemas que tienes en la vida? A cada momento escuchamos en el trabajo, en la escuela o en la calle, que la situación está "dura" y que por eso no podemos vivir con tranquilidad. Por este y otros muchos motivos más, queremos presentarles a este dinámico y eterno "joven".
Se preguntarán por qué le decimos joven a un hombre de 82 años de edad. Su pregunta es normal, lo insólito es la respuesta. Carlos Alberto Primola, es un hombre muy especial, que camina todos los días desde Villa Lorena hasta el cementerio de Juan Díaz, para visitar las tumbas de su amada esposa y su hijo, quien murió de cáncer a causa del hábito de fumar.
Desde 1991 este hombre se coloca sus implementos de caminar (zapatillas, medias, gorra, etc.), toma su bastón y su radio y se dirige jovialmente a visitar a seres querido con los que demora alrededor de una hora. Con su radio a todo volumen, alegra por donde pasa.
Este nativo de Chitré nos dice, con una sonrisa de canto a canto en su rostro, que le fascina la música romántica en inglés y también en español. Pero no olvida por esto su especial cariño por la Música de "El Tigre" Victorio Vergara y de sus paisanos Samy y Sandra Sandoval.
"Yo tengo mi propio semáforo", nos comenta, al preguntarle por lo curioso de su bastón. Lo que sucede es que Primola colocó muchos papeles luminosos de regalo para que los autos pararan y lo dejaran pasar la calle. Es un efectivo recurso, nos recomienda.
Le encanta llegar a las cafeterías y ponerse a conversar con las personas, siempre con su música "a todo dar". Si llegan a ir por esos lares, no duden en prestarle atención a este ser tan ejemplar; sin duda cuando se levante de su asiento, ya no verán la vida igual.
Para finalizar con nuestra curiosa conversación, nos dijo abiertamente; "A mis 82 años leo la Crítica todos los días, me encanta este periódico".
Cojeando y cantando al ritmo de su antiguo radio, la canción "Bebé" del "Mandamás", se retiró este increíble hombre, que con un diálogo de cinco minutos nos enseñó que la vida es hermosa, tan sólo por ser vida y que aunque sintamos que todo nos sale mal en ella, siempre hay algo bueno. |