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El IRA pidió ayer disculpas públicas por las muertes y destrucción que causó en su campaña terrorista de las últimas tres décadas contra la soberanía británica en Irlanda del Norte.
El Ejército Republicano Irlandés emitió la declaración en recordación del "viernes sangriento", como se conoce el 21 de julio de 1972, cuando hizo detonar más de 20 bombas en el centro de Belfast en menos de una hora, causando la muerte de 9 personas y heridas a 130.
Entre los muertos había dos soldados británicos.
El IRA ofreció sus condolencias por las muertes, calificando a las víctimas de "no combatientes", pero también reconoció el dolor y el sufrimiento de las víctimas militares.
El comunicado --publicado en el semanario del IRA, Republican News-- supone la primera vez en que la organización pide disculpas por sus acciones terroristas. El IRA ha observado un cese del fuego desde 1997 y ha puesto fuera de uso algunas de sus armas. El IRA, alineado con la población católica de Irlanda del Norte, también exhortó a los demás grupos involucrados en el conflicto entre católicos y protestantes a aceptar su responsabilidad en la violencia, diciendo que no habría una genuina paz y reconciliación si ello no ocurría. |
