Un ciudadano identificado como Marcos Castillo, de 26 años, pasó los minutos más penosos de su vida. Fue detenido en un retén, supuestamente por poseer un televisor, pero resultó que era un regalo de su abuela.
Castillo dijo que la publicación aparecida en este diario-la cual fue proporcionada por la Policía- le ha afectado porque no es verdad. El día 12 de julio, a la 1: 00 p.m., había ido a Parque Lefevre a buscar el TV de 20 pulgadas. Todo iba bien cuando tomó el taxi con el aparato, pero 30 minutos después se encontraron con un retén a la altura de Villa Guadalupe, pero no tenía los papeles, y fue conducido a la estación de Policía de Villa Lucre y después a la corregiduría de Villa Guadalupe.
Marcos, quien labora en Eléctrica Harbor y se mantiene suspendido hasta ahora, dijo que todo se resolvió cuando su prima Lilian Barrios, llevó los papeles.