Los británicos recuordaron ayer a las víctimas de los sangrientos ataques de hace una semana, mientras Scotland Yard intensificó la búsqueda para hallar a los que planificaron los atentados, atribuidos oficialmente a Al Qaeda.
Los autobuses y vehículos pararon, las tiendas cesaron sus actividades, la gente salió de las oficinas y formó pequeños grupos en la calle: la "City" entera quedó en silencio durante dos minutos, al toque de las doce del mediodía, comprobó la AFP.
Tras los dos minutos de silencio, la gente estalló en aplausos, en un signo de "desafío a los terroristas", como pidió el alcalde de Londres Ken Livingstone.
Mientras, la policía británica despliega una gran operación para encontrar a otros miembros de la célula que ejecutó los atentados.
Este jueves, el gobierno británico atribuyó oficialmente los atentados a la red de Osama bin Laden.