La sangre le cubría las manos con las que trataba de impedir que las tripas se le salieran.
Los gritos eran desgarradores. Mario Alberto Navarro Zapata, de 41 años, se revolcaba del dolor en el frío piso del patrulla 8042.
Su lucha era casi imposible.
A las 11: 55 de la noche del domingo, este sujeto llegó a la Sala de Urgencia del Hospital Santo Tomás. Algunos de sus órganos ya eran visibles.
" ¿Qué sucedió?", se preguntaban en la sala. Era inexplicable. Aquel sujeto no podía decir ni una sola palabra mientras que los uniformados que lo auxiliaban, sólo trataban de salvarlo.
Navarro Zapata mantenía una herida grande en el abdomen. Minutos más tarde de la llegada del herido al "Gran Elefante Blanco", llegó el asiático Carlos Alberto Chu con heridas en la cabeza, ceja derecha y en el cuerpo.
El chino aclaró lo sucedido con Navarro Zapata.
Según Chu, se encontraba en la Bajada del Ñopo, en el Mercado Público, cuando Navarro llegó con una botella en cada mano.
Aparentemente habían mantenido una discusión minutos antes del hecho sangriento.
Navarro le quebró las botellas encima al chino, quien también intentaba defenderse.
Aseguró el asiático que en un descuidón, le quitó una de las botellas al sujeto y luego, intentado defenderse, se la clavó en el abdomen. El herido está delicado.