Funcionarios de la Autopista Panamá-La Chorrera, robaron dinero al Estado, pero la fiesta se les acabó, luego que la PTJ descubriera una malversación de fondos que supera los 2.5 millones de dólares.
El modus operandi de estos sujetos era recoger los tiquetes que los usuarios tiraban por la ventanilla de los autos, para volverlos a vender y quedarse con el dinero.