Román Navas Franco, de 70 años; Maximiliano Rodríguez, de 35, y Jacinto Pineda Moreno, de 40, fueron los panameños ejecutados por paramilitares que reclamaban un cargamento de cocaína.
Los tres eran pescadores y se presume que el 22 de junio pasado ayudaron a estibar la droga, que otros sujetos luego se apropiaron, lo que originó la rabia de los irregulares colombianos y el triple crimen.
El fiscal Patricio Candanedo estimó que ese tipo de ejecuciones son típicas cuando una organización criminal siente que hubo traición en un pacto delictivo.
Candanedo reconoció que irregulares colombianos han estado disputándose el negocio de las drogas.
Las autoridades investigan las transacciones de sospechosos de estar involucrados en varios tumbes de cocaína. Ya se detectó que éstos han comprado carros de lujo y otras propiedades.