¿A quién en su vida no lo han agarrado de pen...sador o, como dicen los paisas, "mamando gallo"? No hay nadie que se escape de los cuenteros. A esta gente le gusta burlarse del poco conocimiento que poseen los demás sobre ciertas disciplinas, como, por ejemplo, la mecánica, informática o electrónica.
Sólo pregúntese aquella vez que envió a reparar el televisor a la electrónica y le salieron con el cuento chino dizque su TV tenía un problema de estática, razón por la cual tuvieron que instalarle un porcentaje de diodo, además le cambiaron el sintonizar de frecuencia y "flay back". Ah!, y al final le dijeron para calmarlo: no se preocupe, señor, su televisor estará listo para que vea los partidos, sólo nos tiene que pagar 160 balboas y ya. Le ahorramos 100 balboas en piezas y demás bla, bla, bla...
A uno no le queda más remedio que pagar y llevarse el aparato para la casa, pero uno queda con la sensación de que fue transado abiertamente por esta persona.
Lo mismo ocurre en los casos cuando tenemos que llevar el auto al taller. Los mecánicos salen con varios cuentos, uno de ellos es que tienes que dejar el vehículo para revisarlo bien, pero al final lo usan para dar un par de vueltas por ahí y le inventan algo con el motor y el sistema de escape. Como uno no conoce de mecánica, "pracatán" hay que pagarles de igual forma.
Los panameños siempre nos jactamos de que somos los más vivos del mundo, pero realmente al final siempre hay personas que son más vivos que nosotros. Estas personas son los que nos roban a mano armada cuando tienen que darnos precios por las reparaciones que nos hacen.
Si usted es un cuentero de primera debe ir sabiendo que podrá acumular ganancias jugosas, pero esa gloria será pasajera porque tarde o temprano alguien iniciará la cadena de su mala publicidad y el negocio se le vendrá en picada. Ojalá cambie a tiempo.