Se le llama producción orgánica para diferenciarla de la industrial. Es decir, en la orgánica se evita la utlización de productos artificiales para hacer producir a la tierra.
Así por ejemplo, los fertilizantes que se usan son los que ofrece el entorno ambiental como deshechos vegetales de frutas, cáscaras, pulpas, pedazos de madera y hojas; o bien el estiercol de diferentes animales.
Mientras que el control de plagas se le deja a la acción de los propios agentes naturales ya sean estos vegetales o animales.
Hay determinadas especies que atacan a otras y ejercen un control, evitando que unas predominen sobre otras y que dañen los cultivos.
También existen algunas plantas que son repelentes naturales hacia ciertos tipos de insectos que afectan los cultivos o siembros. Un ejemplo clásico es el denominado arbol de nim (Azadirachta indica), natural de la India.
Este árbol maravilloso contiene componentes naturales que impiden la presencia de algunos insectos dañinos como las langostas (cigarras).
Hay quienes utilizan ajos machacados para mantener a raya a insectos tan perjudiciales como las arrieras u hormigas.
|