El Gran Premio de Estados Unidos 2005 demostró que la prueba que se celebra en el espectacular circuito de Laguna Seca es posible y que esta carrera debe ser un fijo en el calendario del Mundial de Velocidad.
El campeonato no se desplazaba a los Estados Unidos desde 1994, debido a las malas medidas de seguridad del circuito de Laguna Seca, en California, y a la falta de espectadores y de seguimiento por televisión.
El gran premio del pasado fin de semana, en el que se impuso el estadounidense Nicky Hayden (Honda), hizo que los aficionados recordaran las carreras de los años noventa.