¿Sabías que cuando estás continuamente bajo estrés, comes aproximadamente 23% más comida de lo usual? Esto se debe a que el estrés psicológico altera tus hormonas; especialmente una hormona llamada cortisol. Estos cambios hormonales provocan:
- Que tu metabolismo se vuelva lento
- Que comas más alimentos de confort (chocolates, dulces, etc.)
- Aumento en la acumulación de grasa entre tus órganos internos
- Aumento de peso aunque no comas más calorías.
- Mayor riesgo de sufrir diabetes
El estrés también te dificulta dormir bien (te provoca insomnio). Cuando no duermes bien, tienes más probabilidades de engordar porque, al igual que el estrés, el insomnio produce un aumento en el cortisol sanguíneo. Además, se bloquea la producción de la hormona de crecimiento, una de las hormonas que necesitamos para crear y mantener músculos fuertes. Cuando no dormimos suficiente, la hormona de crecimiento no se produce en suficiente cantidad. Entonces, perdemos masa muscular y aumenta nuestro porcentaje de grasa corporal.
Para manejar tu estrés adecuadamente, lo primero que tienes que hacer es identificar tus fuentes de estrés.