A quién no le gustaría vivir en ese lugar mítico, en el que los sueños y la imaginación se entrecruzan para crear el sitio donde quieres estar. Esta es más o menos la historia de "Ciudad redonda", ganadora del premio Miró 2004, escrita por Ernesto Endara.
"No se trata de cuentos aislados que abren y cierran en cada uno de sus relatos, se trata de relatos que tienen la posibilidad de abrirse sistemáticamente a nuevas interacciones con los relatos posteriores" señala Daniel Domínguez, a quién le correspondió presentar la obra.
A través del cuento se van incluyendo elementos nuevos, como el uso intertextual de texto de otros escritores que sirve para complementar el relato en el que se recoge una utopía del renacimiento.
Por su parte, Endara señala que en la vida del escritor casi siempre hay un norte, cuando llegan a cierta edad, "y ya yo estoy en esa cierta edad, en la que piensan y sueñan con un sitio donde les gustaría vivir, esta es una especie de ciudad donde a mí me encantaría vivir".
Como un aperitivo Ernesto Endara señaló que tanto le gustaría vivir en esa ciudad que después que el personaje se muere, él entra y se mete en el cuento, "para el próximo viaje a la "Ciudad redonda".