El control en sectores fronterizos, es esencial por la seguridad de un país, más cuando en la línea limítrofe se desarrollan actividades comerciales, como lo es el caso de la zona entre Panamá y Costa Rica.
Con la ampliación de la carretera desde La Concepción a la Frontera, a cuatro carriles, son muchos los cambios que se han dado unos para mejor, pero otros para peor, este es el caso de la nueva garita de control que se ubico en el sector de Aserrio.
Antes de que se ejecutara la obra, el control se realizaba en el sector de Jacú, en donde se ubicaban funcionarios de Migración, Aduanas y la Policía Nacional que llevaban a cabo las inspecciones para tratar de detectar irregularidades.
Esta estaba a pocos metros de la frontera tico-panameña, sin embargo a pesar del estricto control siempre se reportaban casos, sobretodo del paso de ilegales que utilizaban otros caminos para desviarse de la garita.
Con el proyecto de ampliación este lugar tuvo que destruirse, para darle paso a la carretera, no obstante en su momento no se tomo en cuenta ubicarla en otro lugar, lo cual según fuentes del Ministerio de Obras fue un fallo de la empresa que ejecuto la obra.
Por eso y evaluando que esta garita era una necesidad se procedió con financiamiento de la entidad, a construirla en otro lugar es así como se escogió el sector de Aserrío.