Fuentes militares estadounidenses reconocieron que civiles pudieron haber muerto durante un ataque el pasado viernes a un presunto escondite de los Talibán en Afganistán.
Aviones de la fuerza aérea estadounidense llevaron a acabo el bombardeo en la provincia de Kuna, la misma región del este del país en donde el pasado martes fuego enemigo derribó uno de sus helicópteros Chinnook, matando a los 16 soldaos que viajaban a bordo.
Portavoces del ejército aseguraron que en la zona residencial bombardeada se escondían varios militantes del Talibán y Al-Qaeda.
Los vecinos de la localidad ayudaban a las víctimas del primer bombardeo cuando fueron golpeados por el segundo ataque.