EDITORIAL
Luto y alegría
El deporte trae alegrías y tristeza. Hoy en el boxeo panameño está de luto; mientras los fanáticos del fútbol celebran el triunfo ya sea Brasil o Alemania, en la copa mundial de fútbol. Así es el deporte. Trae momentos gratos y a veces no causa dolor.
Ayer, el país despidió al excampeón supermosca Pedro Alcázar. Hace ocho días, el jovial boxeador lo tenía todo: invicto, campeonato y la vida. Hoy reposa en una tumba del cementerio Amador.
Son las cosas de la vida. Sólo nos lleva la delantera. Aquí en el mundo terrenal estamos de paso, pero sin duda que el boxeador Alcázar dejó huellas, que lo harán recordar por siempre.
Fue un chico que enfrentó como nadie los problemas de la vida. Escogió un deporte rudo para destacar y llegó a ostentar un título mundial. No fue un campeón destacado, apenas realizó una defensa de su corona, pero supo ganarse algo más importante: el aprecio de su pueblo.
Cuando salió derrotado lo cuestionamos. Molesta ver perder un campeonato, pero desconocíamos que Alcázar estaba haciendo algo más grande: peleaba por su vida.
Pedro Alcázar, como todos, tenía virtudes y defectos, pero siempre fue un hombre respetuoso y con mucha fe en Dios. En su última prevista previa al fatal combate de Las Vegas, proclamaba que Dios estaba con él y no podía perder.
Las cosas no resultaron. El chico de El Zapallal de Darién perdió la corona y nos trajo luto. No regreso con su faja de campeón, retornó en un féretro forrado de cartón.
Lo sucedido a Pedro Alcázar nos debe hacer meditar sobre la necesidad de humanizar el boxeo. Los organismos internacionales deben buscar mecanismos para prevenir nuevas tragedias. Quizás se tenga que recurrir a protectores de cabeza como los que se utilizan en el boxeo aficionado o se pueden adoptar otras medidas para hacer menos peligroso la práctica de este deporte.
Ese es lado triste del deporte. Pero también hay que destacar el aspecto positivo, la alegría y el entretenimiento que nos dejó el campeonato mundial de fútbol.
Si triunfan los brasileños, ese país y toda América celebrara como suyo esa victoria sobre los alemanes. Al son de la batucada " "verdeamarelha" será la fiesta en diversos puntos del continente, incluyendo a Panamá. Un país sin mucha tradición futbolística como Panamá se identifica con el fútbol carioca y espera que el equipo de Luis Felipe Scolari logre el pentacampeonato.
Así es el deporte. Un día nos llena de luto, como fue el deceso de un campeón como Pedro Alcázar, y al día siguiente nos puede traer la alegría del fútbol. Ambos momentos perdurarán en la mente de todos. Que así sea.
PUNTO CRITICO |
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