La mayoría de los divorcios y separaciones se cocinan a fuego lento. De hecho, ni siquiera notamos cómo el nivel de separación entre nosotros y nuestra pareja se hace mayor con el paso del tiempo.
A veces es falta de sexo, o dificultades económicas. A veces tan solo es la falta de expresiones de amor y cariño las que van ahondando el vacío. Pero cuando ni siquiera tenemos tiempo para compartir con él/ella, entonces podemos decir con seguridad que la relación va sin frenos al despeñadero.
Hagamos un alto y reflexionemos sobre nuestra relación de pareja. ¿Cuándo fue la última vez que salieron al cine, o a una discoteca, a cenar, o al menos a un parque?
No todo puede ser trabajo, trabajo y trabajo. Hay hombres y mujeres con mucho éxito en los negocios cuya vida sentimental es una seguidilla de fracasos y frustraciones, precisamente porque no saben cuándo detenerse en la oficina.
Asumen que proveer dinero para que la familia tenga una vida acomodada y alejada de necesidades económicas va a ser suficiente para tener contentos a todos, incluyendo pareja e hijos.
Por eso les resulta tan difícil comprender cuando los abandonan por nuevas parejas, sobre todo si se trata de "muertos de hambre" ante sus ojos.
Si queremos mantener nuestra pareja a nuestro lado, primero hay que dedicarles tiempo todos los días. Y luego, llenar ese tiempo con detalles, que no necesariamente tienen que ser regalos costosos. En las relaciones, los momentos agradables son un pegamento más fuerte que el más caro de los anillos.
Hay que mantener el balance entre nuestra vida laboral y familiar. Ese equilibrio traerá equilibrio en nuestras vidas, ya que manteniendo contentos y satisfechos a los nuestros, nos mantendremos satisfechos a nosotros mismos.
Es hora de cancelar o posponer algunas de esas fechas para reuniones de trabajo y dedicarlas a salidas con el esposo/a, tomar un viaje de placer, aunque sea a Playa Veracruz, y olvidarse de la oficina.
Tómese un tiempo nuevamente para reír con su pareja, para hacer cosas diferentes y acabar con la rutina. Vayan a ver una película, o a hacer ejercicio juntos, a las discotecas, a los conciertos, a los juegos deportivos. Recuerden qué fue lo que los hizo enamorarse.
Ojo, que esos son los momentos que podría estarle madrugando ese o esa que le quiere quitar a su media naranja, mientras usted se la pasa trabajando.