El 23 de diciembre de 1988, el presidente Ronald Reagan recibió al mandatario panameño en el exilio Eric Arturo Delvalle. Tras el derrocamiento de Delvalle por parte de las Fuerzas de Defensa, Estados Unidos mantuvo el reconocimiento de éste como jefe del Ejecutivo de Panamá.
El político panameño se radicó en la ciudad de Miami hasta el derrocamiento del general Manuel Antonio Noriega.