En octubre del año pasado una de las corrientes más poderosas que se produjo luego de una intensa lluvia, abrieron un boquete en una curva de la ribera del río Chico en Natá, cambiando el cauce normal del trayecto e introduciéndose entre los cañaverales de la empresa CALESA.
Los cañaverales no sufrieron gran daño, ni representó económicamente una pérdida significativa a la empresa azucarera.
Para los productores de la zona de Chumungú, la mayoría cebolleros y cultivadores de otros rubros, significó una preocupación, toda vez que en el verano era utilizado para surtir de agua a los cultivos por medio de bombeo.
No se pudo programar los sembradíos de cebolla para la temporada seca y la Asociación de Productores gestionó ante las autoridades gubernamentales la partida para corregir el daño que la madre naturaleza había efectuado en el río Chico.
Se logró una partida por intermedio del ministro del MOP, Eduardo Quirós; el legislador del circuito José Francisco Urrutia, y de la ministra de Desarrollo Agropecuario Lynette Stanziola, quienes estuvieron presentes en el lugar y se presumía que la solución era final.
De inmediato se iniciaron los trabajos dirigidos a levantar un muro o dique compacto para que el cauce se corrigiera en beneficio especial de los productores.
En principio se hizo un dragado que era de rigor por la sedimentación, pero a juicio de los voceros de los productores como Abad Barrios, presidente de la asociación no fue tan efectivo, como tampoco el muro inicial de tierra que la empresa licitante hizo con el financiamiento que llegó.
En la proyección presupuestaria requerida para invertir en el muro ya acabado, según estimaciones de funcionarios del gobierno era de aproximadamente 500 mil balboas.
No se tiene conocimiento preciso, si sólo se pudo obtener una parte solamente de la inversión presupuestada.
Hace poco y un tiempo antes de que algunas fuertes lluvias de temporada que amenazarán llegar con más fuerza, a la Asociación de Cebolleros de Natá se les comunicó que los trabajos no se continuarían por falta de financiamiento.