Centroamérica salió bien parada en la última reunión de la Organización Mundial del Turismo (OMT) por dos razones: Una de ellas es que recibió en el 2006 un total de 6.9 millones de visitantes extranjeros y superó las expectativas por arriba del 10.3% en comparación al 2005.
Los especialistas en la industria expresan comentarios halagadores sobre el impacto del turismo en la región, sobre todo por lo que significa para las economías de cada país la llegada de divisas.
El "Barómetro Mundial del Turismo", no sólo habla bien de la región, sino que la compara, en crecimiento, con el continente africano, que -dicho sea de paso- fue el que más creció durante el año 2006. Las cifras en esta región se traducen en 40.8 millones de visitantes y 24 mil 200 millones en ingresos sólo el año pasado.
Panamá no está lejos de este rejuego. Nuestro país acaricia lo que muchos expertos vaticinaban iba ocurrir en el istmo con el "boom" del turismo. El sector hotelero y de bienes y raíces crece a pasos agigantados, lo cual se conjuga en crecimiento.
Las autoridades deben aprovechar todas las ventajas que ofrece Panamá para desarrollar toda una estrategia de trabajo que permita dos cosas: Aumentar la oferta hotelera e incrementar las plazas de nuevos empleos para disminuir la cifra de panameños inactivos en aquellas provincias donde se percibe mucha pobreza.
Las cifras de crecimiento son claras. Sólo entre los meses de enero a mayo de 2005 casi medio millón de visitantes pisó suelo panameño. Esta ventaja debe ser la razón principal para dirigir todo el apoyo del sector y salir bien librados en las reuniones que organiza anualmente la OMT.
El país es dueño de su propio destino y depende de cada uno de nosotros poner de nuestra para convertirnos en número uno en Centroamérica.