Hace más de veinte años cuando le decía a mis alumnos que el machismo del panameño era causado por las madres, a veces encontraba personas que no lo aceptaban. Discutían que los padres eran los culpables de esta tendencia de muchos varones de sentirse superiores a las mujeres.
Con el tiempo parece que las cosas han ido cambiando en la mentalidad de los jóvenes de mi país.
Ahora es más fácil convencer a los estudiantes de Sociología que el machismo en gran medida es culpa de la mala orientación de las madres.
Claro que los padres también ponen su "granito de arena" en esta distorsión de la personalidad del niño.
Hay bastantes madres que tienen favoritismo por ciertos hijos. No le extrañe que sus favoritos no sean las niñas sino los varones.
De allí viene una conducta que va afianzando el machismo en los varoncitos.
Por ejemplo: he escuchado varias veces a jovencitas que se quejan que sus madres no les permiten llegar a cierta hora de la noche de una fiesta... Pero a sus hermanos no les ponen límites.
Tal vez esta situación es originada por una realidad biológica.
La mujer "trae" al hogar un embarazo no deseado. El varón no...
Pero hay peligros en la vida real tanto para la niña como para el niño, aunque sean distintos.
Algunos psiquiatras explican esta conducta de ciertas madres al relacionarlas con el amor de ellas por su marido. El niño sería una especie de "extensión" del machismo de su marido...
"Vecina, mi hijo anda suelto.. cuide a su hija", es una frase chistosa que encierra la gran verdad del machismo que todavía impera en Panamá.
A pesar que se acepta por muchos que "la mujer es igual que el hombre" y puede desempeñar los mismos trabajos que él", todavía subsisten residuos del machismo en nuestros niños y jóvenes... y los adultos.
Esta manera de educar a los niños causa incomodidad y disgustos en ellos. Esto puede reflejarse hasta muchos años después. En más de una ocasión he escuchado a mujeres quejarse de cómo la criaron sus madres.
Es necesario que las madres comprendan esta realidad y no se incomoden. Así podrán modificar su conducta y criar a sus hijos de igual forma, sin favoritismo porque unos son varones y otras niñas.
A usted ¿cómo la criaron? Y lo que es más importante: ¿cómo está formando a sus hijos?
