INQUIETUDES
La caponera y las peleas de gallo
El duelo perpetuado de la especie es una costumbre arraigada en América Latina.

Antonio Días
No se puede hablar del deporte del pico y las espuelas sin mencionar a los grandes galleros Julio Anzola, Darío Reyes o Carrillo y el famoso juez "Pepino". Hubo muchos galleros como el Chino Him de Chiriquí; Melo Spadafora, de Chitré; Agustín "Tin" Flores, de Pesé con sus famosos gallos "Culebra"; también el maestro David Salamín y sus hijos Albertino, Robe y Gubi, entre otros. Ricardo Rosas, un viejo gallero, me ha asegurado que Zósimo Correa ganó trece peleas en dos desafíos en las galleras de Risacua y Concepción. Aunque yo no presencié tal hazaña, registro esa nota con valor histórico. En Panamá hay una gran afición por las peleas de gallos y en cada pueblo hay un coliseo gallístico. Nuestro país ha ganado torneos internacionales por la calidad de gallos que presentan en los desafíos. De memoria estoy haciendo estas remembranzas de hace cincuenta años como un homenaje a los padres galleros, que aunque ahora no es el deporte de mi predilección porque no me gusta ver sangre, en un tiempo fui "secretario" y propietario de buenos gallos de pelea. El deporte del pico y las espuelas ha tenido sus cronistas como Luis Mata C. y Pinchito (Nazario Pérez Jr.), la primera revista especializada en gallos fue Mundo Gallístico que la dirigía el cubano José Torres. Después Harmodio "Moyolandia" Icaza incursionó en este deporte, incluyendo un ranking de los mejores gallos de la República. Moyo llegó a transmitir por televisión estos combates hasta que los mismos fueron prohibidos. La primera película de largometraje sobre gallos: "El gallo de oro", alcanzó gran difusión en los cines populares. En los Estados Unidos están prohibidas estas peleas de gallos y aunque algunos exiliados cubanos se las ingenian para celebrar estas riñas, ello trae como consecuencia las grandes redadas que organiza la Policía contra una tradición ibérica y que no podrá ser desarraigada del alma popular. El duelo perpetuado por la especie en los gallos es por antonomasia una costumbre que tiene huellas indelebles en el corazón de América Latina. La primera pelea en el Club Gallístico de Panamá la ganó un gallero apodado "Pritty Boy", quedando en la historia por este acontecimiento. Recuerdo el momento de tristeza de Tito Ramos y sus hermanos cuando fue "tumbado" el gallo de "Marciano" por Colón, entre mis remembranzas. Galleros de otros tiempos fueron Juan de Dios Poveda, el "Chino Chito" y la escuadra Miramar, quienes además tenían buena cantidad de gallos nacionales y extranjeros. Antes se decía que los mejores gallos eran de Cuba y España, ya hemos hecho referencia de los "Manicaraguas" y los "Liborios", por lo que un hermano del dictador Fulgencio Batista, proclamó que tenía cinco gallos "para echárselos al Marciano después que éste venció a Napoleón". Con la caída del régimen de Batista no se concretaron estas peleas. Se dice que las espuelas más famosas son las elaboradas en Colombia, por lo que nunca se ha podido detener el contrabando al vecino país. Plazas galleras famosas han sido las de Medellín, Valledupar y Bogotá. En Puerto Rico hay una revista de nombre Cantaclaro que promueve las peleas en las ciudades de Ponce y San Juan. Todos estos gallos han sido vencidos en las vallas panameñas en torneos internacionales que organizan los diferentes clubes gallísticos establecidos en Panamá. En Perú y Venezuela se les da preferencia a los gallos de mayor peso y todavía continúan las "guerrillas", es decir combates colectivos. Para muchos las peleas de gallos y las corridas de toros son un regreso a la barbarie. Ahora mismo es fuertemente cuestionada la fiesta brava porque tanto los astados, como los plumíferos tiñen con su sangre y mueren en el redondel de la arena. Las riñas de gallo fueron inmortalizadas con la tamborera "Mi gallo pinto", de Ricardo Fábrega. Mi gallo pinto era también el nombre de una cantina muy popular en los años cincuenta y que estaba ubicada en la Calle 16 Este Central. Escritores famosos como Ernest Hemingway se han ocupado del tema y la misma telenovela La Caponera está basada en el libro El gallo de oro. Esta novela que polariza la atención de los televidentes panameños tiene un alto rating de sintonía y es protagonizada por Margarita Rosa de Francisco, una artista que ya triunfó en Café, Aroma de mujer y Gallito Ramírez, que aunque no ha sido pasada en Panamá, fue un gran éxito de difusión con Carlos Vives en Puerto Rico y Colombia.
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