Que las mujeres no son amantes del sexo, que son más sentimientos que pasión o simplemente que les cuesta llegar al orgasmo, son puros mitos que hombres que no saben cómo complacerlas han inventado.
Las mujeres son tan ardientes como los hombres, y quizás hasta más, lo único que hay que saber cómo calentarlas.
Mitos siempre van a ver, pero deben empezar a romperlos y conocer realmente la verdad; terra.com desmiente algunas cuentos que por años se han creído los caballeros.
- No les cuesta llegar al orgasmo, es que no las estimulan bien. Está claro que mediante la penetración, es más difícil llegar a estimular adecuadamente el clítoris o el punto G, sin embargo, cuando se juega con ellos manualmente ¡Al orgasmo se llega por duplicado! Tan solo hay que saber escoger las posturas sexuales y las técnicas más efectivas para provocar en una mujer el mayor orgasmo de su vida. De hecho, el 96% de las mujeres tan solo necesitan entre 2 y 4 minutos para llegar al orgasmo mediante la masturbación.
- Aman el sexo. Las mujeres experimentan una excitación sexual espontánea sin requerimientos masculinos de por medio. Y algo más de la mitad afirman tener deseos sexuales espontáneos a diario o casi a diario.
- Mujeres son más calientes. A las mujeres se le despierta el interés por los hombres antes que a ellos, interés que les despierta unas sensaciones sexuales tempranas que las lleva a descubrir su anatomía acariciándose deliberadamente y provocándose así, los primeros orgasmos. Antes de los 10 años, las niñas ya empiezan a masturbarse.
- No todo es romántico. Es cierto que a las mujeres les mueve el romanticismo, pero también es verdad que muchas guardan un lado erótico de alto voltaje.
- Sexo sin amor. Las mujeres sí pueden gozar del sexo sin amor, y de hecho es una práctica cada vez más común, pero siempre buscan algo más en sus encuentros.
- También se masturban. Del mismo modo que en los hombres es una práctica habitual, entre las mujeres también. La diferencia está en que ellas no lo proclaman a los cuatro vientos ¿Cómo van a prescindir de esta práctica sexual que tanto placer puede dar y sin depender de un hombre?