La madera ha sido utilizada a través de los siglos para construir y tallar en ella un sinnúmero de formas y diseños calificadas como obras artísticas.
En Panamá existe un tipo de madera especialmente utilizada para plasmar en ella los pequeños detalles que hacen grande este mundo. "El cocobolo" (dalbergia retusa), madera fina que se encuentra en Panamá, Costa Rica y Nicaragua.
También conocida como "palo de rosa", es el más denso y fuerte de esta variedad y además es considerada como la madera exótica más bella debido a sus colores y a los patrones.
Esta madera tiene algo que las diferencia de las otras, por su densidad, no flota. De hecho, los Emberá - Wounnan y el Pueblo Tule (Kuna) son guardianes del corredor biológico mesoamericano y usan el cocobolo como un recurso natural renovable, desde hace 30 ó 40 años. Los indígenas de la selva del Darién tallan bellas esculturas que representan los animales que habitan su entorno.