El diputado perredista Leandro Ávila denunció anoche la estructuración de una campaña política en su contra y la de su familia, para truncar sus aspiraciones presidenciales a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional.
Sin decir nombres, Ávila aseguró que la campaña de desprestigio es financiada por sectores políticos y empresariales que han visto en su esposa un flanco de ataque hacia su persona para desacreditarlo.
En el día de ayer medios escritos advertían de la supuesta existencia de un tráfico de influencias entre el diputado y altos funcionarios de la Contraloría para que la esposa de Ávila, Lauren Santamaría de Ávila, cobrara puntualmente sus quincenas desde el 2 de enero, sin reportarse a su puesto de trabajo.