El fútbol africano, representado en el Mundial de Alemania por cinco equipos (Ghana, Costa de Marfil, Angola, Togo y Túnez), había dejado pasar siete partidos sin ofrecer la menor consistencia y, a cuatro años de recibir en casa -Sudáfrica- la próxima edición de la Copa, la alarma había empezado a sonar.
Un empate (2-2) de Túnez frente a Arabia Saudí en el grupo H y otra igualada, ésta sin goles, de Angola contra México eran los dos únicos puntos obtenidos por Africa en ocho días de Mundial.