- Que su "niña" se vaya de la casa con un malviviente.
- Que su linda hija le diga que va a ser abuelo y su cara de pánico se refleje en el diente de oro del malviviente.
- Enterarse de que los ojos claros de sus hijos no son por parte de la prima segunda de la tía hermana de su esposa, sino del un primo lejano del que nunca supo nada y que pasaba largas temporadas en su casa.
- Que su esposa le dé el sermón, que se preocupe por su salud, y le anticipe la fecha de su cita con el urólogo.
- Que llegue una multitud a su casa, sin un solo regalo, se coma toda su comida, se beban todo el licor y que al final vomiten su alfombra.
- Abrir con emoción el regalo de su primer nieto y tener que sonreír cuando el pequeño lo rocía con la sustancia más hedionda que ha olido en su vida.
- Que al año siguiente el chiquillo le haga el mismo presente. "Cómo te gusto tanto, te traigo el frasco extragrande".
- Que a sus pequeños hijos se les ocurra la "original" idea de hacerle un indigesto desayuno y llevárselo a la cama; y que para colmo de males, se sienten junto a él y le pregunten mirándolo con sus enormes e inocentes ojos ¿Papi está rico?
- Que su amada le ofrezca una fiesta sorpresa en la que uno de los invitados es un compañero de trabajo a quien no soporta porque se las da de gracioso.
- Que el susodicho saque de su repertorio los chistes más atorrantes y comentarios indiscretos en los que el festejado es el personaje principal.
- Que coma como un poseso el buffet criollo que le preparó su mamá: arroz con porotos, puerco frito, ensalada de repollo, huevos rellenos, ceviche de corvina y abundante chicha de tamarindo para bajar todo.
- Que luego de toda esa comida, su esposita se ponga cariñosita mientras que a él se le retuerce el estómago.