Empiezo por señalar que yo tampoco estoy de acuerdo, y por lo tanto, rechazo la Ley 17 que reforma la Ley Orgánica de la C.S.S., y si no pude expresar esto antes, fue, y todavía es, porque no cuento con las facilidades.
Ahora, si por un lado la entrevista del señor Presidente la pasada noche del 9 de junio, no logró levantar mis cejas, sí me hizo fruncir el ceño, llegando a la conclusión que en este punto de la controversia que mantenemos el pueblo frente al gobierno, es evidente que las partes ya están mostrando signos de agotamiento...y por lo tanto, quisiera sugerir a los dirigentes del FRANADESSO, lo mismo que a los del gobierno, que el momento es propicio para iniciar una tregua de las hostilidades... una tregua durante la cual cada una de las partes se dé la oportunidad, por así decir, "de recoger a sus muertos y curar a los heridos", como se hace en un verdadero frente de batalla.
El buen Dr. Martín Luther King, Jr., dijo una vez que, "...Así como Sócrates consideró que era necesario crear una tensión en la mente, para que las personas pudieran levantarse de la esclavitud de los mitos y las medias verdades... nosotros (dice Luther King)... debemos crear el tipo de tensión en la sociedad que ayude a los hombres a levantarse de las oscuras profundidades del prejuicio y el racismo...". ('Auditoría en Cápsulas', Vol. 2-Contraloría General de la República, julio de 1997, Pág. 48). Y por otro lado, el poeta chileno, José Santos Chocano (de ideas socialistas y revolucionarias), acota con gran tino que, "...Ese tu gesto que parece de vil resignación es de una sabia indiferencia y de un orgullo sin rencor...".
Dos pensamientos que, aunque yuxtapuestos en el tiempo, igualmente ponen en relieve dos cosas: una, que el pueblo, como los generadores, necesitó ser excitado (y lo que fue por FRENADESSO) para que "se levantase de las oscuras profundidades del prejuicio (...)"; y dos, que una tregua, es decir, "eso que parece 'una vil resignación', es una realidad "darse un aire" que va a significar "una sabia indiferencia y un orgullo sin rencor", todo lo cual va a redundar en beneficio tanto para FRENADESSO como para el gobierno y, por supuesto, para el pueblo. Porque, entiéndase, un repliegue no es una huída sino un movimiento táctico-estratégico para evaluar daños, reorientar acciones y reagrupar las huestes para lanzar el siguiente, y tal vez decisivo ataque.