TEMAS DE ACTUALIDAD
Crónica de una derrota anunciada

Raymundo A. Moore W.
Colaborador

PREMISA DE LA PRIMERA DERROTA

Corría el año 1993... el ambiente político caldeaba. El tono durante la campaña entre los protagonistas, de lado y lado, era tan fuerte que dio origen (tuvo su génesis), a aquella mal entendida "Comisión de Justicia y Paz" la cual surgió precisamente como agente catalizador para tratar (¡vano intento!) de poner en cintura a todos los actores que dirigían y/o se involucraban en el campo de batalla del proselitismo de aquellos días.

Lo curioso de esa pasada experiencia política, es que a pesar de contar la oposición, toda, de ese entonces (como ahora) con la mayoría de la población votante, su mala cabeza no les permitió alcanzar el objetivo que se habían propuesto, o sea, llegar hasta la presidencia de la república (como ahora lo pretenden nuevamente).

Y ello se debió, ni más ni menos, a que dicha oposición se entretuvo "viendo el árbol" y descuidaron el bosque, siendo ese árbol la figura de un hombre-toro que representaba el padrote dentro del hato en que se movía. El bando contrario, v.g., la oposición (léase el Arnulfismo), llegó cerca, muy cerca, al punto que mucho se especuló sobre un posible fraude.

Pero no hubo fraude... lo que sí hubo, sin lugar a ninguna duda, fue (como ahora lo es) el gravísimo y costoso error político de querer dar la estocada a un animal al que ni siquiera se le han colocado las "banderillas" reglamentarias para agotarlo y debilitarlo, amén de estar dicho rumiante rodeado de fieles "vaqueros" que lo protegen, de día y de noche, a capa y espada.

La campaña eleccionaria de la oposición de ese entonces, 1993/1994, se especializó en diatribas y desvergüenzas que marcó la ruta hacia la primera "crónica de una derrota anunciada".

Premisa de la segunda derrota

Esta vez corre el año 1998, es decir, los momentos actuales, aunque todos sabemos que desde el año pasado (1997), hubo incursiones en el ámbito político, por parte tanto del gobierno como de la oposición.

Y si para las elecciones pasadas (1994) "no hubo cuartel" para nadie, en esta vuelta tampoco lo estamos viendo. Es más, "Justicia y Paz" está sobreviviendo meramente como una más de las tantas burocracias paraestatales que se forman para que el país adopte -y proyecte internacionalmente- aires de seriedad y de respeto dentro del quehacer político nacional. Sin embargo, y a fuer de ser sinceros, ninguno de los partidos políticos parecen querer cumplir con los compromisos que para con esa gente (de Justicia y Paz), han adquirido.

Yo anuncio que la derrota no va a ser únicamente para la oposición de este país, sino también, y quizás más estruendosamente, para el propio gobierno porque:

a) La oposición no ha variado su modus operandi en materia de campaña electorera; y
b) El gobierno tampoco ha variado su demagógica posición frente a un pueblo al que anunció tendríamos el poder.

En consecuencia, la "tercera fuerza" de la que muchos hablan y que otros desdeñan, no va a surgir en la forma de un partido (porque los hay a montones, constituidos y en formación) que acusan ansias de poder, sino que esa tercera fuerza va a aparecer en la figura del mismo pueblo, harto cansado, que va a reclamar lo que es suyo.

Y no sólo reclamarlo, sino arrebatando para sí ese poder que le fue prometido y que nunca recibió.

Así pues, concluyo que ya está escrita la siguiente crónica de una derrota (política) harta anunciada, anunciada tanto por la oposición a quienes parece que se les acabó la pista para su despegue, como para el gobierno quienes quedaron atrapados en su propia y gran mentira (sofista al fin), disfrazada de reformas constitucionales al que este pueblo va a dar un jaque mate con un rutundo ¡NO!

¡Au Revoir!

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Edmundo Vargas y el Rey Pelé cuando estuvo de paso por Panamá.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, gasto más de lo que puedo.


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