Lunes 15 de junio de 1998

 








 

 

BORRACHOS Y ORATES DEAMBULAN EN SUS CALLES

Calidonia: entre el desarrollo y la miseria

Santiago Puello Jr ·
Colaboración


Aún cuando a simple vista denota un intenso desarrollo comercial, y de concentrar en sus predios a muchas de las más importantes entidades educativas, culturales y cívicas, tanto del gobierno como de la empresa privada, el corregimiento de Calidonia se encuentra inmerso en una pléyade de problemas sociales que son el reflejo de la precaridad económica en que viven sus habitantes.

Es notoria en todas sus áreas, inclusive en aquellas donde el movimiento comercial es intenso, la presencia de indigentes que deambulan sin rumbo por las calles y avenidas; de personas listados que piden dinero a los transeúntes en cualquier esquina; orates semidesnudos, algunos de ellos que representan un peligro dada su actitud agresiva; alcoholicos que duermen tirados en las aceras, como es el caso del Mercadito de Calidonia, son, entre otras, algunas de las dantescas escenas de miseria que diariamente se aprecian en ese populoso sector.

El desempleo y falta de vivienda agobia a sus habitantes

No menos preocupante para los moradores y autoridades de este corregimiento, resulta el alto índice de desempleo que se registra entre la población económicamente activa, que no encuentra un medio de subsistencia que le garantice a cada familia vivir decorosamente.

Igual situación se presenta, en lo que respecta a la falta de viviendas. Según la Representante Rosas Baker de Shailer, el Ministerio de Vivienda no contempla dentro de sus programas habitaciones, proyectos de viviendas para los residentes del corregimiento, como sí ocurre con comunidades como Curundú, en donde ya se han levantado varios proyectos de Renovación Urbana.

Esta situación provoca que la mayoría de las familias tengan que vivir hacinadas en minúsculos cuartos, lo que produce en muchos casos promiscuidad por la falta de privacidad.

En el corregimiento existen alrededor de unas 29 casas condenadas o en mal estado, que habitan gran cantidad de familias con escasos ingresos económicos algunos, y otras que aún cuando cuentan con ingresos suficientes para tener una mejor vivienda, prefieren ahorrarse ese dinero y arriesgar sus vidas en un inmueble desvencijado que en cualquier momento puede desplomarse, con todas las consecuencias que ello representa.

La Representante Shailer, afirma que la Junta Comunal que preside ha invertido miles de balboas en la reparación de estos inmuebles, pero, que indudablemente esto no es más que un paliativo, ya que estas estructuras volverán a deteriorarse en poco tiempo, pues casi todas estas casas tienen más de 50 años de antigüedad.

Una situación parecida se da con los lotes e inmuebles abandonados en diferentes áreas del sector, puestos se han convertido en refugio de personas de mal vivir, que tienen estos lugares como centro para sus fechorías. Al respecto, Rosa de Shailer ha hecho innumerables llamados a los propietarios de estos inmuebles abandonados para que los ocupen o les den un uso adecuado.

Respuestas concretas en materia de seguridad

Los problemas sociales que enfrenta un corregimiento como Calidonia, pueden tener solución en el empeño que tengan tanto las autoridades como la comunidad para resolverlos.

En un área de apenas 1.6 kilómetros cuadrados de extensión, sobrepoblada con unos 25 mil habitantes, la mayoría de ellos sin una estabilidad económica, se requiere la acción participativa de ambos.

La actividad económica más sobresaliente del corregimiento es el comercio, el cual se da tanto al por mayor como al por menor, destacándose en esta última la buhonería, que practican panameños y extranjeros como un modo de ganarse la vida.

En materia de seguridad se ha mejorado notablemente. Varias Subestaciones de Policía han sido construidas en los sectores donde se registran los mayores índices de delincuencia, destacándose la de San Miguel y la ubicada en Avenida Central, a un costado del almacén Piccolo. Con estas dos estaciones, creadas por la Junta Comunal de Calidonia, se ha logrado disminuir los asaltos, robos y atracos que eran frecuentes en estas áreas.

Asimismo, se ha dotado de bicicletas e implementos de seguridad a las unidades de policía del área con el propósito de brindar una mayor seguridad a los moradores, quienes además de sufrir los embates de las bandas organizadas de delincuentes del sector, están expuestos a los peligros que representan los grupos criminales que operan en el área limítrofe de Curundú, los cuales se disputan el mercado de las drogas.

Soluciones a corto y largo plazo

A fin de aliviar en parte la difícil situación económica que sufren la mayoría de los moradores de Calidonia, la Junta Comunal lleva a cabo permanentes programas de ayuda particularmente dirigidos hacia el sector educativo, con la entrega de becas escolares, ayuda alimenticia a diferentes escuelas y reparación de aulas, techos y mobiliario en los planteles educativos.

Este programa conlleva una inversión de unos siete mil balboas, siendo posible gracias a las partidas que maneja la Junta Comunal de Calidonia.

Por otro lado, con la construcción del Centro de Servicios Múltiples que entrará a funcionar en poco tiempo, se espera concentrar en un solo edificio varias dependencias municipales que ayudarán a agilizar y brindar solución a algunos de los principales problemas que confronta el corregimiento.

El Centro albergará el Dormitorio Municipal, la Corregiduría de Calidonia, un Parvulario y otra Subestación de Policía, entre otras dependencias. Se plantea, asimismo, ubicar en el Centro de Servicios Múltiples las oficinas de la Junta Comunal de Calidonia, pero, esta posibilidad no está aún definida porque la Junta Comunal por la multilicidad de funciones que realiza requeriría de un mayor espacio físico que el dispuesto en el Centro.

A pesar de los complejos problemas, se intenta dar solución a los mismos con la participación de autoridades y comunidad, siempre en el empeño de proporcionarle a los habitantes de Calidonia mejores condiciones de vida que les garantice un futuro más prometedor.

 

 

 

 




 

Es notoria en tods sus áreas, inclusive en aquellas donde el movimiento comercial es intenso, la presencia de indigentes que deambulan sin rumbo por las calles y avenidas; de personas listados que piden dinero a los transeúntes en cualquier esquina; orates semidesnudos, algunos de ellos que representan un peligro dada su actitud agresiva y alcoholicos que duermen tirados en las aceras.

 

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