Como la madre y como los hijos, el padre también tiene sus derechos que deben ser tomados en cuenta y respetados. Cuando repetimos el quinto mandamiento decimos: "Honra a tu padre y a tu madre". En la honra que se les debe dar no se hace diferencia alguna entre ambos cónyuges. Los dos deben ser honrados, los dos son igualmente importantes en el hogar.
RECIBIR CARIÑO
Los padres tienen derecho a recibir el cariño y la consideración que se le debe en el hogar. Los padres tienen derecho al respeto de sus hijos y de su esposa. Merecen el cariño y la consideración de su esposa de la manera como ésta recibe de él cariño.
DALE LA OPORTUNIDAD
Por otra parte, el padre tiene derecho a que se le dé una oportunidad de demostrar que puede ser la cabeza de la familia, que puede manejar sus negocios, escoger a sus amigos, hacer determinaciones, sin que lo acribillen a consejos e indicaciones. Así como él respeta los derechos de su esposa y los de sus hijos, se debe respetar su autoridad que, por supuesto, debe ser amable y él debe hacer respetable, sin abusar de ella.
Cuando haga falta pronunciar la palabra perdón, lo hará con verdadero placer, corregirá sus errores a fin de que la normalidad prevalezca en el hogar y haya entre esposos y entre padres e hijos la cordialidad y la unión que debe reinar entre ellos.
El padre que sabe serlo, que es digno del sitio que ocupa en el hogar, es la cabeza de la familia y una esposa inteligente sabrá hacerle sentir que él es la columna más importante para la solidez del hogar.