Definitivamente ahora lo comprendo, comentó Alberto, desde el momento en que empezó a ser papá... Muchas veces cuestioné a mi padre cuando me decía que tenía que estudiar, pensaba que ese era el discurso de todos los padres: "...debes superarte, para ser alguien en la vida".
Ahora me encuentro debatiendo porque para mi papá era fácil conciliar el trabajo y ser la cabeza de nuestro hogar y yo simplemente no sé cómo ser papá y no morir en el intento. A diario me hago muchas preguntas: ¿Cómo puedo reforzar el vínculo que me une a mi familia? ¿Le estoy dando un buen ejemplo a mi hijo? ¿Cómo puedo hacer para que mi hijo no caiga en malos pasos?, entre otras preguntas que estoy seguro que se hacen muchos otros padres.
Si usted se siente identificado con esta situación puede ahora decir con toda seguridad, ahora lo comprendo, ahora comprendo todo lo que mi padre hizo por mí, todos los sacrificios, tanto trabajo, horas de sueño, para que fuera una persona de bien.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Estar del otro lado de la cerca y aprender a vivir con ello es lo más difícil. Qué fácil sería que los hijos vinieran con un catálogo de instrucciones cuando nacen, pero como no es así, a los padres les toca aprender en la marcha. La llegada de un hijo conmociona tanto a la mamá como al papá y genera un sentimiento de angustia y responsabilidad que acompañará para siempre ese inmenso amor por él.
LLEGO LA HORA
Hoy los padres pueden expresar su amor por sus hijos, jugar con ternura, dialogar libremente con ellos, colaborar en el día a día de su crianza, construir con su pequeño un vínculo indestructible que ambos necesitan para sentirse valorados y para poder desarrollarse plenamente.
En la actualidad el trabajo absorbe la mayor parte del tiempo de los padres, lo importante en este caso es que siempre usted tenga un tiempo especial para escuchar, aconsejar, jugar y disfrutar junto a su hijo, porque se debe trabajar para vivir y no precisamente vivir para trabajar.