Por las tarimas de espectáculos típicos de nuestro país han desfilado grandes artistas del teclado. Algunos se mantienen activos y complaciendo a sus seguidores, otros se han retirado y su presencia en los espectáculos es esporádica.
Sin duda todos estos músicos de la farándula vernacular han hecho un aporte invaluable en la cultura popular. Pero, su herencia en algunos casos va más allá de las masas populares, sino que transmiten el talento que poseen a sus hijos.
En nuestro país abundan los acordeonistas que han pasado su herencia musical a sus hijos, quienes los han relevado en el arte de la ejecución.
En la mayoría de los casos, tanto padre como hijos se alternan en la ejecución del acordeón durante las presentaciones o en la grabación de sus productos musicales. Otros prácticamente han traspasado las agrupaciones que formaron a sus hijos.
Dos casos son los más claros que nos vienen a la memoria de hijos que han "remplazado" a sus padres en las tarimas son el de Víctor Bernal, quien ha seguido los pasos de su porgenitor Amadis Bernal, ya retirado.
El otro caso es el del "Huracán Chiricano" Chilo Pittí. El acordeonista de "Exquisito" de San Andres, se tuvo que apartar por motivos de salud. Aunque de vez en cuando "hala la molleja" para deleitar a sus seguidores.
Cefereino Nieto, padre de la Dinastía Nieto, ha heredado a su hijo Cristian la gran versatilidad en la ejecución del acordeón que le valiera el apodo de "El Titán o Estislista de las Américas".
En la actualidad algunos padres preparan el camino para que sus retoños se encarguen de mantener viva la llama que encendieron al pasar los dedos por las teclas de un acordeón.
Uno de los ejemplos más descollantes es el de Dorindo Cárdenas. Su hijo Adonis, en su momento, tendrá la responsabilidad de cargar sobre sus hombros al "Orgullo Santeño".
Aunque Luis "Lucho" Rey de Sedas, quien actualmente está en Canadá, no se distinguía como acordeonista, se preocupó por encaminar a sus hijos por la senda musical. En más de una ocasión los vimos alternar con su hijo, quien aprendió a tocar magistralmente el acordeón.
Y, un caso particular es el de Ulpiano Vergara. Su hija Dania ha sabido seguir muy bien las pisadas de su padre. Es ganadora del concurso Gelo Córdoba y ha grabado varios temas musicales en las producciones del "Mechibalanco" de San José.
Todas estos ejemplos son muestra que nuestra presencia musical típica está asegurada con el relevo y traspaso de padres a hijos.