UN SACRIFICIO QUE "VALIÓ
LA PENA"
Pese a
su adversidad panameña estará en el Mundial de
USA'99

Crispín Carlos Alberto Martínez
N.
Crítica
en Línea
Desde
que supimos que el pasado lunes, había recibido su carta
de despido por parte de una empresa de comunicaciones para la
cual trabajaba, se sabía que era el precio que tendría
que pagar por sólo pasar dentro de unos cuantos días
a la historia del deporte panameño y especialmente del
sufrido fútbol nuestro de cada día, lleno de contradicciones
y malestares sin sentido ni fundamento.
Sin embargo, ha sabido asimilar su golpe y ya se encuentra
presta a representarnos en una Copa Mundial de la FIFA.
Una muchacha como Jacqueline Sáez, de tez morena, sencilla,
humilde, descrita como buena persona y profesional por sus amigos
y compañeros de trabajo y dentro del arbitraje, pero muy
capacitada y segura de sí misma, será quien nos
represente en la tercera versión de la fase final de la
Copa Mundial de Fútbol Femenino, a celebrarse en varias
ciudades de Estados Unidos.
El jueves, Sáez recibió un sencillo pero muy
merecido homenaje de parte de los miembros de la Asociación
de Arbitros Federados y de la Comisión Arbitral, todos
ellos, conviviendo en una hermandad en que todos echan atrás
los sinsabores de la profesión, que para varios de ellos
son un complemento y una forma de poder generar un poco más
a sus ingresos dentro de su situación familiar.
No hubo en ese convivio más que dos periodistas, nuestro
colega Luis Carlos Bailey del programa de los "Dueños
del Balón", y quien esto escribe, y lo que se vivió
fue un momento de emoción y de mucha alegría, donde
hasta la homenajeada tuvo que hacer su entrada algo tardía,
pero valió la pena esperar.
Valió la pena, como también la de sacrificar
su trabajo por su objetivo de quien, según la árbitro
asistente, núnca se esperaba.
En una entrevista prácticamente informal entre los
dos únicos periodistas, Jacqueline Sáez se describió
como una persona agradable fuera de la cancha y recta dentro
de ella, y a sus 29 años de edad, sigue trazándose
propósitos que van más allá del arbitraje,
como el de empezar su tesis en carrera administrativa, y de casarse,
confesándose que es soltera y sin ningún pretendiente,
más que admiradores.
Su ventaja para este mundial femenino es que no conoce mayormente
a los equipos, a excepción de países como Canadá,
México y a la selección femenina estadounidense,
la favorita prohibitiva de este torneo, aunque señaló
que está preparada para pasar las pruebas finales y entrar
de lleno en uno de los partidos de este torneo, y, si le va bien,
podría llegar, y eso esperamos, a la Gran Final del 10
de julio en el Estadio Rose Bowl de Pasadena, en California.
Sáez pasará a la historia del fútbol
panameño y del deporte en general, por ser la primera
persona de esta nacionalidad en estar como árbitro, en
la Historia de los Mundiales de Fútbol, desde que los
mismos se iniciaron a nivel masculino en 1930, en Uruguay hasta
una cadena sucesiva de torneos FIFA desde 1977 y a nivel femenino,
desde 1991, cuando este certamen comenzó en la lejana
China.
Muchos le han dado ánimos para que todo le vaya bien
a esta joven profesional del arbitraje y creemos que pese a lo
que se haya criticado a estas personas que imparten justicia
dentro de la cancha a través de las 17 reglas del fútbol,
si bien es cierto que la Copa Mundial Femenina no será
vista por la teleaudiencia panameña, toda una afición
de seguro, la apoyará espiritualmente en esa nueva gran
cita del balompié universal.
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Tiene 29 años
y con su sencillez y ganas de cumplir con sus propósitos,
Jacqueline Sáez estará representando no sólo
al arbitraje panameño, sino a todo un país, a su
encuentro con la historia del fútbol en una Copa Mundial
desde 1930.

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