Esta cinta nos trae de regreso al maestro de los golpes de efecto y de los giros argumentales inesperados. Esta vez no se trata de ánimas del más allá, amenazas llegadas del espacio exterior o seres humanos con poderes sobrenaturales: como queriendo sintonizar con los tiempos en que vivimos, el director M. Night Shyamalan ahora aborda una crisis mundial producida por un factor relacionado con el cambio climático, en este caso una toxina emanada por ciertas plantas que produce en la gente un incontenible impulso por quitarse la vida de la manera más violenta posible. En este contexto, el profesor de ciencias Elliott Moore (Mark Wahlberg) trata de salvar su vida y la de su esposa, Alma (Zooey Deschanel). Un nuevo filme de catástrofe que llega a nuestras salas. Al parecer, el fin sí que está a la vuelta de la esquina.