La huelga general convocada por la oposición de Zimbabwe para protestar por las medidas del Gobierno contra el comercio callejero y los asentamientos ilegales tiene un seguimiento escaso.
La protesta, de dos días, fue convocada por organizaciones civiles y por el primer partido de la oposición, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC).
La policía había amenazado con reprimir cualquier apoyo a la protesta, que había sido convocada a raíz de la detención de más de 20.000 comerciantes callejeros y la destrucción de miles de viviendas precarias.
El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, defendió las medidas de "limpieza" en las calles.