Palpitaciones, ahogo, opresión, ardor en el pecho, edema o hinchazón en las piernas. Si tienes algunos de estos síntomas, puede que estés sufriendo una insuficiencia cardiaca, es decir, tu corazón no está bombeando suficiente sangre para abastecer a los órganos, músculos y tejidos del organismo. ¿En qué puede derivar si no acudes rápidamente al médico? En una angina de pecho o un infarto de miocardio.
El tiempo en los problemas coronarios es vital, ya que supone la diferencia entre vivir o morir. Por eso, cuando algo falla en tu corazón es fundamental que sepas reconocer sus síntomas.
Estos al principio son inapreciables, puesto que este músculo se adapta a la nueva situación.
Pero cuando el problema se hace insostenible, comienzan las primeras manifestaciones.