El paro total del transporte colectivo en Managua entró ayer, a su tercer día consecutivo, sin perspectivas de solución, con mas violencia en las últimas horas que han dejado cinco heridos y numerosos detenidos.
Transportistas atacaron anoche con piedras, botellas y garrotes a la policía, que respondió durante varias horas con gases lacrimógenos y disparos de balas de goma en un barrio en el sur oriente de Managua.
La violencia estalló cuando policías antidisturbios actuaron para despejar la vía pública en el sector, bloqueada con todo tipo de materiales y cuando los transportistas intentaban hacer fogatas con neumáticos.
Los 1.200 autobuses en paro desde el miércoles pasado han sido aparcados en diferentes calles y avenidas en las afueras y sectores céntricos de Managua, donde la policía los vigila.
La crisis del transporte, que todavía no afecta el servicio de autobuses entre los municipios y las provincias del país, se agravó anoche, tras fracasar una iniciativa de una comisión del Parlamento nicaragüense destinada a resolver el problema.
Líderes de los transportistas advirtieron que tras el fracaso de anoche, la única alternativa que ahora queda es que el nuevo diálogo sea convocado por el presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán.
Los transportistas insisten en que el municipio de Managua o el ministerio del Transporte e Infraestructura (MTI) autorice un alza en el precio del pasaje del 50 por ciento, con lo que el coste del transporte subiría de 15 a 22 centavos de dólar.
Pero tanto el alcalde de Managua, el sandinista Hearty Lewites como el titular del MTI, el liberal Edgard Bohorquez, insisten en que las leyes de contenido poco claro no les dan facultad de fijar las tarifas, por lo que piden que los diputados hagan una interpretación auténtica de las leyes.
Diputados de la Asamblea Nacional, que han postergado el debate sobre este asunto, dijeron ayer que posiblemente tratarán este asunto candente la próxima semana.
El líder de los huelguistas, Rafael Quinto, sandinista, advirtió que la solución del conflicto está en que el gobierno autorice el alza o deje el coste del pasaje en 2 córdobas (15 centavos de dólar) pero que entregue un subsidio a los transportistas para compensar sus pérdidas.
Quinto declaró que el asunto de la interpretación auténtica de las leyes del transporte ya no es tan importantes porque el punto principal es el asunto del subsidio.
El ministro nicaragüense de Hacienda y Crédito Público, Esteban Duquestrada, tras la fracasada reunión de anoche, resaltó que el estado no dispone de fondos para subsidiar a los transportistas.
Para paliar el impacto de la huelga, el gobierno ha enviado una flota de camiones y autobuses a prestar servicios gratis a los usuarios, pero que no cubren ni el 25 por ciento de las necesidades del transporte en Managua.
Los daños a la economía por la huelga todavía no han sido cuantificado, pero líderes del sector comercial reconocieron que el conflicto los está afectando seriamente, por lo que demandan a las autoridades la pronta solución de la crisis.
La protesta de los transportistas comenzó el martes con un paro parcial en esta capital, pero desde el miércoles la paralización de los autobuses ha sido total. |