La lluvia de un año cayó en una noche en el Gran Santiago, que se convirtió en una pequeña Venecia, y causó la muerte de seis personas. Santiago, donde viven seis de los 15,5 millones de chilenos, tiene centenares de damnificados y la mayoría de sus calles y avenidas anegadas. La policía incluso recurrió a botes inflables para rescatar a pobladores desde sus viviendas inundadas.
El presidente Ricardo Lagos dijo que estás son las peores lluvias en 76 años. Agregó también el mandatario que se esperan unos 50.000 damnificados y que las fuerzas armadas se sumarán a las cuadrillas de emergencia. |