Las autoridades militares de Corea del Sur y Estados Unidos aumentaron ayer el nivel de alerta a su mayor grado desde 2006, por temor a una provocación de Corea del Norte, entre las constantes tensiones que sacuden la península.
La medida se produce después de que el régimen comunista norcoreano efectuase esta semana su segunda prueba nuclear, lanzase varios misiles de corto alcance y avisase de un posible ataque militar a Seúl por su apoyo a una campaña contra el tráfico de armas de destrucción masiva liderada por EEUU.
Por otro lado, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Rusia, Francia, China y Reino Unido) están de acuerdo en castigar el reciente ensayo nuclear de Corea del Norte con la imposición de una nueva ronda de sanciones, dijeron hoy fuentes diplomáticas.