«La pobre joven estaba encinta....
»-Hija -, turbada la voz.
»Volviose esta con ojos espantados la faz contraída... de su padre.
»-Sabe, hija, y no te apenes, ... aquel... malvado... tu seductor... ha huido, embarcándose ayer -concluyó , entre rugidos....
»El hombre apretó los puños... y continuó:
»-Ese miserable se ha burlado de ti; está bien: la justicia algún día se encargará de arreglarle las cuentas...
»Corría el año 1823 ó 1824.... Frente al templo vivía una comadrona... conocida bajo el nombre de Señá Petronila la partera....
»Aconteció que una noche, entre doce y una, fuertes golpes resonaron... a la puerta.... La Señá Petronila se levantó apresuradamente....
»-Abra usted, Ña Petronila, que la vengo a solicitar para una señora.
»Señá Petronila y su misterioso acompañante... llegaron al fin... se dominaba el río... Ozama....
»Allí, a la luz de las estrellas, vio... a su parturienta: era una mujer completamente embozada.
»-Ahí tiene usted a esa señora -díjole el desconocido: cumpla usted con su deber....
»Pasado un buen rato fúnebre silencio..., quedó cumplido el delicado y penoso encargo, y tan feliz alumbramiento dio ánimo a la pobre Señá Petronila....
» al río!
»El niño exhaló en el aire un gemido al caer, y las olas se abrieron con estruendo, tornando a cerrarse sobre la líquida tumba del inocente....
»El hombre sacó del gabán un largo bolsón de dinero....
»-Oiga usted, buena mujer: cuidado con revelar nada de lo que ha visto. Yo la alcanzaré dondequiera que usted se meta, y ¡ay de usted entonces!»
¡Con razón que a este cuento añejo, que escribió en 1889, el autor dominicano César Nicolás Penson le puso por título «Drama horrendo»! Lo que seguramente no comprende el despiadado padre y abuelo del cuento es que ese mismo Dios al que encomienda a la partera ha establecido que pecadores como él no escaparán de su pecado. «¡Ay de los que... cometen sus fechorías en la oscuridad, y piensan: "¿Quién nos ve?"!... -les advierte Dios, "el vengador de los inocentes"-. Muy pronto... todos los que no duermen para hacer el mal... y con engaños perjudican al indefenso... serán exterminados».