Las dirigencias del Partido Popular (PP) y del Partido Liberal (PL) seguro pedirán al PRD el cielo y la tierra a cambio de darle continuidad a la alianza política en el 2009, pero por el momento se conforman con aspirar a participar activamente en la primaria presidencial perredista del 7 de septiembre.
Ambos colectivos se niegan a mirar la contienda perredista tras la barrera, tomando en cuenta que ni populares ni liberales tienen entre sus filas figuras que puedan ser consideradas "presidenciables".
La fusión de fuerzas del PP y el PL ofrecen un caudal de votos de aproximadamente 61,302; cifra que podría considerarse cuantitativamente mínima si se compara con los 650 mil miembros con que cuenta el PRD.
La idea de una primaria interpartidaria oficialista es percibida como una motivación para los precandidatos presidenciales perredistas Juan Carlos Navarro y Laurentino Cortizo.
Para Navarro, la alianza con el PP y el PL es una unión natural que fortalece la organización perredista con miras a los comicios nacionales de 2009.
El dirigente manifestó que el PRD se ha sentido muy cómodo con sus aliados, por lo que él procurará fortalecer los canales de entendimiento una vez gane la primaria del 7 de septiembre.
Navarro manifestó que su objetivo es mantener con el PP y el PL la alianza programática para la estructuración de su plan de gobierno 2009-2014.
Entre tanto, a Laurentino Cortizo la idea de una interpartidaria oficialista le parece "interesante".
Manifestó que ampliar el marco de electores dentro de la primaria presidencial a más o menos 711,302 electores entre los tres partidos es todo un reto.
"Aquí se verá cuál candidato es capaz de hacer más con menos en materia presupuestaria y en materia de organización", expresó.
Para Cortizo, cada voto cuenta independientemente de que las membrecías del PP y del PL no se comparen cuantitativamente al caudal político del PRD.