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El popular cantante estuvo acompañado
de la orquesta de Roberto Delgado y al despedirse indicó
esta vez como siempre "con el permiso de los panameños,
yo me siento como en mi casa".
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E sta vez no importó permanecer
por horas expuestas al intenso calor de un secador de cabello,
los conocidos rollos o el buen amigo "tinte". Lo importante
era estar bellas para ese gran momento, la visita del salsero
Gilberto Santa Rosa...aunque ello significara desvelos.
Natalia Torres, una de las
reclusas compatriota de este artista, expresó "es
un gran evento para nosotras, estamos muy emocionadas, no pudimos
dormir, esto es un momento que no lo vamos a vivir de nuevo y
a pesar que estamos detenidas les damos las gracias".
Relató que desde que
amaneció se prepararon en el salón de belleza,
sin embargo, reconoció que el mérito es de las
autoridades gubernamentales y del centro penitenciario. "Nosotras
no hicimos nada, todo lo hicieron los funcionarios".
Contrario a lo que se pensaría,
las internas aprovecharon la oportunidad para señalar
que el trato en el penal es bueno, "mejor que el se nos
daba cuando el gobierno de Ernesto Pérez Balladares",
sostuvo una de ellas.
Mencionaron que se les ofrecen
oportunidades como manualidades, entre las que se destaca la
confección de tembleques y basquiñas del conjunto
típico del centro; además de belleza, repostería
y cocina variada.
La euforia era evidente, y
los rostros de las detenidas expresaban una enorme felicidad
que las hizo olvidar por un momento la triste agonía de
haber perdido el derecho a la libertad.
"Que alguien me diga"
empezó a sonar y los gritos casi impedían escuchar
a Gilberto... "díganme que quieren que les cante",
cuestionó a las reclusas y el momento permitió
que una de ellas, Natalia, subiera al escenario a mostrar sus
dotes en el baile, mientras recordó que la primera vez
que disfrutó de un concierto de "El Caballero de
la Salsa" lo hizo en un hotel de Puerto Rico y esta vez
le tocó en Panamá, tristemente, en una cárcel...
"Yo tengo fe que las muchachas
le van ha sacar provecho a esta experiencia y que se integrarán
pronto a la comunidad para hacer su vida como se lo merecen",
dijo Santa Rosa.
Aunque no está seguro
de componer alguna letra sobre la visita, pues reconoció
"yo no soy muy buen compositor", aseguró que
entregaría lo mejor de sí en este mini concierto
y así lo hizo.
El popular cantante estuvo
acompañado de la orquesta de Roberto Delgado y al despedirse
indicó esta vez como siempre "con el permiso de los
panameños, yo me siento como en mi casa".
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